¿Fueron los Beaufort, origen de la dinastía Tudor, apartados del derecho al trono inglés?

Cuando el primer rey de la dinastía Tudor, Enrique VII, invadió Inglaterra en 1485 para destronar al rey Ricardo III tras derrotarlo en la batalla de Bosworth y hacerse con la corona, lo hizo como representante de la casa Lancaster, una de las dos ramas de la dinastía Plantagenet contendientes en el conflicto conocido como guerra de las Rosas. Su (débil) derecho al trono procedía de su madre, Margaret Beaufort. El apellido Beaufort correspondía a una de las familias más importantes de la nobleza inglesa, pertenecientes también a la dinastía Plantagenet. No obstante, dos estigmas acompañaban desde su origen al apellido Beaufort. El primero era su origen bastardo (solventado por sendas resoluciones del papado y del Parlamento inglés). El segundo, esgrimido tradicionalmente para negar el derecho al trono del primer Tudor, era que habían sido apartados de la línea sucesoria al trono inglés. Esta afirmación, sin embargo, debe ser matizada.

Para conocer el origen de la familia Beaufort tenemos que partir de la figura del príncipe inglés Juan de Gante, hijo del rey Eduardo III y duque de Lancaster (de ahí el nombre de la casa a la que pertenecían sus descendientes). De su matrimonio celebrado en 1359 con Blanca de Lancaster nació Enrique IV, que se proclamó rey de Inglaterra en 1399, destronando a su primo Ricardo II. Juan de Gante se casó en segundas nupcias en 1371 con Constanza de Castilla. De este matrimonio nació Catalina de Lancaster, primera princesa de Asturias, reina de Castilla y abuela de Isabel la Católica. Lo ocurrido con Enrique IV y Catalina de Lancaster no es objeto de esta entrada (quien quiera más información puede verla en los enlaces a los artículos dedicados a ellos).

Para lo que hoy nos interesa tenemos que centrarnos en la vinculación de Juan de Gante con su amante Katherine Swynford (representada en la imagen que encabeza la entrada). De dicha unión habían nacido durante la década de 1370 cuatro hijos (John, Henry, Thomas y Joan), que adoptaron el apellido Beaufort. El hecho de que los cuatro hubieran nacido de una relación extramatrimonial de un hombre casado hacía que estos descendientes ilegítimos no tuvieran derecho a heredar los títulos y propiedades familiares de su padre.

Cuando en 1394 falleció su esposa Constanza de Castilla, Juan decidió volver a casarse. Aunque podía haber optado por cualquier joven casadera de la realeza europea, Juan decidió reconocer a la que había sido durante tantos años su fiel compañera y amante, Katherine Swynford. La pareja contrajo matrimonio en Lincoln el 13 de enero de 1396. Los hijos de ambos tenían entonces entre 24 años (John) y 17 (Joan). Juan de Gante solo tenía un heredero legítimo, Enrique Bolingbroke (el futuro Enrique IV) y decidió que era importante que este contara con el apoyo de sus hermanastros sin que estos se vieran lastrados por su estigma de bastardía.

La ilegitimidad de un hijo no solo le privaba de la posibilidad de heredar los títulos y propiedades de su padre, sino también de obtener un trato preferente en el supuesto de que optaran por hacer carrera dentro de la iglesia. Para solventar ambos obstáculos era preciso solicitar el reconocimiento de la legitimidad de los hijos nacidos antes del matrimonio por la ley civil y por la canónica.

B140BA96-40CC-44BA-99B4-FA5A8D8B6F71
Juan de Gante

Juan de Gante se dirigió tanto al Papa como al Parlamento inglés para lograr que los cuatro vástagos de su unión con Katherine Swynford fueran legitimados. El reconocimiento papal le fue concedido en septiembre de 1396. Y el del Parlamento en enero de 1397, cuando una ley declaró que el rey Ricardo II, en el ejercicio de su poder y con la ratificación del Parlamento, concedía a los hijos de Juan de Gante y Katherine Swynford la consideración de descendientes legítimos de su padre a todos los efectos. Esto incluía el derecho a acceder a «todos los honores, dignidades, preeminencias, propiedades, grados y oficios públicos y privados, tanto perpetuos como temporales, nobles y feudales, por cualquier nombre por el que sean designados, ya sea Ducados, Principados, Condados, Baronías u otros».

Como hemos apuntado más arriba, en 1399 había accedido al trono el primogénito de Juan de Gante y Blanca de Lancaster, Enrique IV, hermanastro de los Beaufort. Cuando en 1397 se planteó la cuestión de su legitimidad no parecía probable que los descendentes de Juan de Gante se encontrasen en la línea de sucesión al trono (Juan era el tercer hijo de Eduardo III). Sin embargo, cuando en 1399 Enrique IV usurpó el trono, sus hermanastros (ya legitimados) sí se encontraban mucho más cerca en esa línea sucesoria.

En 1407 el mayor de los Beaufort, John, por entonces conde de Somerset, solicitó que el Parlamento reconfirmase la legitimidad de su familia. Su solicitud fue aprobada, pero sobre el texto original se realizó una pequeña aunque muy significativa variación. Se les reconocía el acceso a “todos los honores, dignidades, excepto la dignidad real, preeminencias…».

Esta crucial adición no deja lugar a dudas sobre el objetivo pretendido: excluir a los Beaufort (ahora mucho más cercanos en la línea sucesoria que en 1397) de la posibilidad de acceder al trono. No está muy claro cuál fue el motivo que llevó a añadir esta prevención al reconocimiento de la legitimidad de los Beaufort, que siempre se habían mostrado leales a su hermanastro Enrique IV y al hijo de este, el futuro Enrique V, héroe de Agincourt. Tampoco parece probable que los Beaufort hubiesen manifestado alguna ambición por acceder al trono.

Sin embargo, el motivo de esta entrada no es discernir cuál fue la causa de que fueran apartados, sino si esta modificación del inicial reconocimiento de la legitimidad de los Beaufort fue realizada de una manera legalmente vinculante. Y es aquí donde, Nathen Amin, autor de la obra que sirve de fuente a esta entrada llama la atención sobre un aspecto importante: la resolución inicial de 1397 había sido aprobada por una ley ratificada por el Parlamento. Cualquier modificación sobre su contenido debería haber seguido el mismo trámite (bien mediante su derogación y su sustitución por una nueva ley, bien mediante una norma que modificase la anterior). Sin embargo, la adición de 1407, si bien fue sancionada por Enrique IV, no pasó por el trámite de la ratificación parlamentaria.

Para Nathan Amin, este matiz hace que la exclusión de la línea sucesoria de los Beaufort, no fuese válidamente establecida y que, por tanto, lo que debía prevalecer era la ley de 1397 donde se les reconocía el derecho a acceder a cualquier dignidad, incluida la real. Esto haría que todos los descendientes de los Beaufort (incluido, por tanto, Enrique Tudor como hijo de Margaret Beaufort) sí tendrían derecho al trono inglés.

Más allá de si lo apuntado por Amin es o no correcto (a mí me ha dejado alguna duda, especialmente sobre quién y cómo promulgó la adición de 1407) lo cierto es que las principales objeciones que se plantean sobre el derecho a la corona que pudiera tener Enrique Tudor no provienen tanto de la exclusión de los Beaufort de la línea sucesoria, sino de otros factores.

En primer lugar la expulsión por la violencia del anterior rey designado por el Parlamento (cuando Enrique accedió al trono tras la batalla de Bosworth y fue nombrado por el Parlamento hizo que este fijase la fecha de su acceso en el día antes de la batalla). Y en segundo lugar, que Margaret Beaufort no era ni la única ni la primera representante de la casa Lancaster (sin ir más lejos, en 1470 el último rey de la dinastía Lancaster, Enrique VI había designado como heredero suyo si moría sin descendencia a Jorge de Clarence, quien en 1485 tenía un hijo vivo, el conde de Warwick).

Sea como fuese, Enrique Tudor accedió al trono de Inglaterra en 1485, aunque eso no le libró de verse sometido a diversos intentos de destronarle por quien aseguraba tener mejor derecho al trono que él. … Pero esa es otra historia.

Fuente| Nathen Amin: The House of Beaufort. The Bastard Line that Captured the Crown.

 

 

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: