Sancho Ramírez, rey de Aragón (1063-1094) y de Pamplona (1076-1094)

Sancho Ramírez era hijo del considerado como primer monarca del reino de Aragón, Ramiro I, quien a su vez era uno de los hijos del rey Sancho III el Mayor de Pamplona. Este monarca concedió a cada uno de sus cuatro hijos el dominio sobre una parte del reino: al primogénito Garcí­a le otorgó el gobierno de Pamplona, a Fernando le concedió Castilla (que pertenecía a la esposa de Sancho III, Munia, tras la muerte del conde García Sánchez, de la que hay quien considera responsable al rey pamplonés), a Gonzalo, Sobrarbe y Ribagorza y a Ramiro (nacido fuera del matrimonio), Aragón. La idea del rey era que  cada uno de ellos dirigiera su territorio bajo la autoridad del mayor de ellos, el infante Garcí­a, rey de Pamplona, a quien sus hermanos rendirí­an vasallaje.

Sancho III murió en 1035 y Ramiro I gobernó desde entonces En Aragón, aunque él nunca se tituló rey, sino que utilizaba la fórmula de Regulus o quasi pro rege. En 1044 Ramiro heredó también los condados de Sobrarbe y Ribagorza, cuando su hermano Gonzalo murió asesinado en Monclús y sus nobles decidieron elegir a Ramiro como monarca. A partir de entonces Ramiro gobernó en Aragón, Sobrarbe y Ribagorza.

El dominio de Ramiro se caracterizó por las continuas guerras contra sus hermanos Garcí­a III de Pamplona y Fernando I de Castilla (que había sido coronado rey de León tras derrotar a Bermudo III de León en la batalla de Tamarón en el año 1037) y por la sustitución del rito religioso visigodo por el romano. Ramiro murió en 1063  y su corona la heredó su hijo, el protagonista de esta entrada, Sancho Ramírez.

Sancho Ramírez consolidó y aumentó considerablemente el territorio aragonés, logró volver a unificar bajo una sola corona Aragón y Pamplona y dio al reino tres hijos que ocuparí­an sucesivamente el trono y que serí­an decisivos en la historia de Aragón: Pedro I (1094-1104), Alfonso I el Batallador (1104-1137) y Ramiro II el Monje (1134-1137).

Como se ha indicado, cuando Sancho Ramírez heredó la corona de Aragón en el año 1063 el reino se encontraba en guerra con Castilla. De hecho, su padre Ramiro I murió combatiendo a los musulmanes del reino de Zaragoza, de los que era aliado el rey Fernando I de Castilla y no faltó quien acusó al rey castellano de ser el responsable de la muerte de Ramiro I al enviar un ejército de auxilio que combatió a los aragoneses. Al parecer entre las filas de ese ejércitos se encontraba un musulmán que vestía y hablaba como los cristianos y que pudo acercarse lo suficiente como para matarlo arrojándole una lanza.

Sea como fuese, Sancho Ramírez continuó con el conflicto contra los musulmanes y sus aliados castellanos del rey Sancho II (hijo de Fernando I) y su fiel Rodrigo Dí­az de Vivar. Tras tomar Barbastro el mismo año de su subida al trono en la que fue la primera expedición bélica de la Historia a la que el papa otorgó bula de cruzada, Sancho Ramírez puso sus ojos en Zaragoza, pero también los castellanos se habí­a dirigido a la ciudad y el rey al-Muqtadir se rindió pací­ficamente y aceptó hacerse vasallo de Sancho II de Castilla, lo que comprometí­a a este a defenderlo ante sus enemigos, musulmanes o cristianos.

Sancho Ramírez decidió entonces aliarse contra Castilla con su primo Sancho Garcés IV de Pamplona, que también habí­a sufrido los ataques de los castellanos en su reino y que habí­a visto cercenadas sus posesiones a manos de Sancho II de Castilla. No en vano, este conflicto se conoció como guerra de los tres Sanchos y en juego estaba la disputa por la herencia del abuelo de los tres contendientes, que como no podí­a ser de otra forma era  otro Sancho, el Mayor, arriba citado.

Las fuerzas conjuntas de los reyes de Pamplona y de Aragón derrotaron a su homónimo castellano en la batalla de Viana, en el año 1067 y el aragonés Sancho Ramírez persiguió a su primo, mientras él y el monarca pamplonés iban recuperando las posesiones que habí­an perdido en los años anteriores.

Después de enviudar al fallecer su primera esposa, Isabel de Urgel (de la que habí­a nacido su primogénito Pedro), Sancho Ramírez peregrinó a Roma donde convirtió al reino de Aragón en vasallo de la Santa Sede; en agradecimiento, el papa Alejandro II cedió al reino aragonés el derecho a utilizar los colores rojo y amarillo del Vaticano, por lo que esta es una de las teorías sobre el origen de los colores que figuran en las barras del escudo de Aragón. Parece que fue a la vuelta de este viaje cuando conoció a la noble francesa Felicia de Roucy, con la que casó en el año 1070 y que le darí­a como hijos a Fernando, que murió antes que su padre, Alfonso y Ramiro.

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Sancho IV de Pamplona

 

En el año 1076 murió el rey Sancho Garcés IV de Pamplona, asesinado en Peñalén por su hermano Ramón, quien pretendí­a sucederle en el trono. Pero los navarros no aceptaron al regicida y ofrecieron la corona a uno de los nietos de Sancho III el Mayor, concretamente a Sancho Ramírez de Aragón, quien en ese mismo año de 1076 fue proclamado rey de Pamplona y unificó nuevamente Aragón y Pamplona.

A partir de entonces Sancho Ramírez acometió la tarea de agrandar su reino a costa de las posesiones musulmanas y conquistó el castillo de Muñones, Graus, Piedra Tajada, Covin, Bolea, Secastilla y Monzón. Incluso hizo incursiones sobre Zaragoza, cuyo rey aceptó pagarle las correspondientes parias.

Estas acciones supusieron varios roces entre el monarca aragonés y Rodrigo Díaz de Vivar, que había atacado el reino musulmán de Lérida, aliado de Sancho Ramírez. Aragoneses y castellanos se enfrentaron en 1084 en Morella, con victoria del Cid. Después de que Alfonso VI (rey primero de León y, tras la muerte de su hermano Sancho II, también de Castilla) conquistara Toledo, tanto castellanos como aragoneses volvieron a poner sus ojos en Zaragoza, aunque tuvieron que aparcar sus diferencias durante un tiempo para hacer frente común frente a la invasión de los almorávides. Esta unión temporal entre Castilla y León, Aragón y Pamplona se saldó con una desastrosa derrota en la batalla de Sagrajas en el año 1086.

Mientras consolidaba sus relaciones con Alfonso VI (pactando las fronteras entre Castilla y Pamplona y acudiendo a defender Toledo a petición del castellano) Sancho Ramírez se dedicó a conquistar plazas y a construir fortalezas con el objetivo de conquistar Zaragoza. En el año 1094, mientras supervisaba las defensas de la ciudad de Huesca para conquistarla de los musulmanes, fue herido de muerte por una flecha y falleció el día 4 de junio de 1094. Sus hijos Pedro I y Alfonso I se encargaron de completar las conquistas no concluidas por su padre de Huesca y Zaragoza … pero esa es otra historia.

 

Fuentes| Ángel J. Martí­n Duque. Del reino de Pamplona al reino de Navarra.

Adela Rubio Calatayud. Breve historia de los reyes de Aragón.

Eduardo Manzano Moreno. Historia de España. Épocas medievales (Volumen 2).

 

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