Entrada extraída del libro Los Plantagenet.
Juan Sin Tierra ha pasado a la Historia como un personaje taimado, odiado por su pueblo, capaz de traicionar a su hermano Ricardo Corazón de León y de conspirar para que éste no volviera de su cautividad en Austria después de su vuelta de las Cruzadas. Las novelas y películas sobre Robin Hood y Ivanhoe han contribuido a crear esta imagen.
Sin embargo Juan, con sus defectos, fue un monarca mucho más importante para la Historia de Inglaterra que su hermano (que únicamente pasó ocho meses de su reinado en suelo británico y que en todo era más un rey francés que inglés). Durante su reinado le fue impuesta una de las disposiciones legales más importantes de la historia inglesa (la conocida como Magna Carta) y luchó también (sin éxito) contra la primacía del papado en sus dominios… pero eso es otra historia,n . Además todos los reyes ingleses durante los tres siglos siguientes fueron descendientes del maltratado Juan Sin Tierra y no del adorado Ricardo Corazón de León (ambos tienen dedicadas entradas en el blog a las que puedes acceder en los enlaces que figuran arriba).
Hoy nos vamos a centrar en la figura de una de las hijas naturales de Juan I, Joanna Plantagenet y en cómo pasó a convertirse en señora de Gales.
Joanna, nacida hacia 1188 era hija natural de Juan Sin Tierra (no confundir con la hija legítima del rey del mismo nombre, que fue reina de Escocia). Su madre se llamaba Clemence y parece ser que procedía de Verdún y conoció a Juan cuando sólo era el príncipe “sin tierra” de los Plantagenet; debido a que sus padres eran ambos solteros en el momento de su nacimiento fue declarada legítima en 1226 por un decreto papal. Poco se conoce de su infancia, que al parecer transcurrió en Francia, antes de que en 1205 su padre la llamara a su lado para prometerla en matrimonio con el levantisco señor galés Llywelyn.
Gales era tradicionalmente una espina en el talón en el suroeste inglés. Nominalmente vasallos del rey de Inglaterra, los señores galeses se levantaban con cierta frecuencia contra este sometimiento; Lywellyn había aprendido que para tener alguna posibilidad de derrotar a los ingleses tenía que evitar el enfrentamiento en campo abierto y sometió a las tropas inglesas a una incansable guerra de guerrillas y emboscadas aprovechando su perfecto conocimiento del impracticable terreno galés que dificultaba los movimientos de un ejército como el inglés, disciplinado pero incapaz de responder a las rápidas incursiones y retiradas de los galeses.
En 1205 Juan se hallaba en una de las innumerables luchas de los reyes ingleses de la dinastía Plantagenet en tierras francesas en defensa de sus posesiones al otro lado del Canal de la Mancha y necesitaba de paz en el frente galés para poder dedicarse plenamente a sus querellas en territorio francés. Por ello, y como parte de un tratado de paz con los galeses, propuso a Llywelyn darle en matrimonio a su hija, nuestra protagonista, Joanna. Aunque se trataba de una hija natural y mucho más joven que él, Llywelyn aceptó y la pareja contrajo matrimonio en 1206.
Los primeros años de la pareja parece que fueron felices y de su unión nacieron una hija llamada Elen y un hijo llamado Daffyd, destinado a tener un protagonismo importante en la Historia de Gales.
Sin embargo, en 1230 Joanna fue descubierta en flagrante acto de adulterio con el noble inglés William de Braose; él fue ejecutado y ella, aunque pasó un año en cautiverio, parece ser que fue perdonada por su esposo y volvió a convivir con él hasta su muerte en 1237.
Llywelyn, Príncipe de Gwynedd, es conocido como el Grande por sus logros para unificar Gales bajo su único dominio y por sus luchas con los ingleses, hasta que en 1218 en el Tratado de Worcester los ingleses le reconocieron como gobernante supremo de Gales.
La costumbre galesa establecía que a su muerte sus dominios deberían repartirse a partes iguales entre sus dos hijos varones: su hijo mayor se llamaba Gruffyd y no obstaba a sus derechos hereditarios el que fuera hijo natural; respecto de su hijo menor Daffyd, era fruto de su matrimonio con nuestra protagonista, Joanna.
Sin embargo Llywelyn no quería que sus esfuerzos para unificar Gales se echaran a perder dividiendo sus dominios y decidió, con el apoyo del Papa y del rey inglés Enrique III (hijo de Juan Sin Tierra) nombrar como único heredero a Daffyd. La oposición de Gruffyd a esta decisión le llevó a pasar de cárcel en cárcel durante los reinados de su padre y de su hermano quien finalmente lo entregó al rey inglés Enrique III. En 1244 Gruffyd encontró la muerte tratando de huir de su cautiverio en la Torre de Londres. Tuvo un hijo, al que dedicamos una entrada del blog, llamado Llywelyn como su padre que consiguió el hito único en la historia de ser reconocido oficialmente con el título de príncipe de Gales
Daffyd no sólo heredó en 1240 el título de su padre, sino también la necesidad de luchar contra los ingleses y otros señores galeses para afirmar su señorío sobre todo Gales. Aunque lo consiguió, una letal enfermedad le causó la muerte en 1246.
Quien quiera conocer más detalles sobre la vida de Joanna Plantagenet y sobre el entorno de las disputas entre galeses e ingleses y entre galeses entre sí en los reinados de Juan Sin Tierra y Enrique III puede leer la serie de novelas de Sharon Kay Penman; la que trata de los episodios de esta entrada es Here Be Dragons, aunque la biografía que traza de los primeros años de nuestra protagonista carece de base histórica.
Fuente| Daniel Fernández de Lis Los Plantagenet
2 respuestas a «Joanna Plantagenet, hija natural de Juan sin Tierra y esposa de Llywelyn el Grande de Gales»