El imperio que nació por perder un tren: John D. Rockefeller

John D. Rockefeller
El apellido Rockefeller no necesita presentación como una de las más influyentes familias en el mundo de los negocios en USA.

 Lo que no es tan conocido es que este emporio y edificios como el Rockefeller Center nunca hubieran existido si no llega a ser porque el patriarca de la dinastía John D. Rockefeller perdió un tren por minutos.

 John D. Rockefeller era socio de una modesta empresa de explotación petrolífera en Ohio en la década de 1860. El magnate de los ferrocarriles americanos Cornelius Vanderbilt, al que recientemente habían “levantado” siete millones de dólares de la época en la Bolsa de Nueva York (aunque esa es otra historia), puso sus ojos en el negocio del transporte de petróleo por ferrocarril y se fijo en la empresa de Rockefeller. Citó a John D. a una reunión en Nueva York y Rockefeller se dispuso a tomar el tren de Cleveland a Nueva York el 18 de diciembre de 1867.

 Sin embargo, por razones no conocidas Rockefeller perdió ese tren (se habla de un cochero que perdió el tiempo limpiando las herraduras de uno de los caballos). Pues bien, el tren en cuestión terminó descarrilando y murieron los viajeros del mismo.

 John D. acabó viajando en un tren posterior y sus tratos posteriores con Vanderbilt fueron muy beneficiosos para ambos.

 En este caso no puedo recomendar el libro del que surge este post, sino un documental del Canal Historia, “Los hombres que construyeron América”, algo patriótico pero muy bien hecho.

 Imagen| John D. Rockefeller

 

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